Según la Escuela de Medicina de Harvard, ciertas vitaminas presentes en los alimentos pueden jugar un papel esencial en la prevención de dos factores frecuentes que afectan la salud visual. Estos factores incluyen las cataratas, que son opacidades que se desarrollan en el cristalino del ojo, y la degeneración macular relacionada con el envejecimiento, una condición que conduce a la disminución de la función visual en la región central del ojo conocida como la mácula. Según indican los expertos, la retina, en particular la mácula, constituye un ambiente con un nivel significativo de estrés oxidativo, denotando una abundante presencia de radicales libres, es decir, moléculas que ocasionan daño a las proteínas y al ADN en el interior de las células.